Rolando Barral Zegarra *
“la política tiene necesidad de fantasía y que
un autor debe saber desmitificar y desdemagogizar un concepto”.
Heinrich Böll
Geopolítica: “…esta palabra tan comprometida, tan execrada, debe ser rehabilitada en su verdadero sentido” decía J. de Castro. Y este es un tiempo de insubordinación a las políticas extractivistas, en el que los movimientos sociales también luchan por el hábitat, y se apropian de categorías como: Geopolítica, Geoestrategia, Geografía y Geocultura, en procesos de concientización para luchar mejor, no solo en la acción concreta, sino también en plano teórico. Los asentamientos humanos en los espacios territoriales y el control de los recursos naturales son tema central para el poder político y económico, asimismo es un problema interno y externo de los estados, los gobiernos y la sociedad civil. En ese complejo de ofensivas y resistencias debemos comprender los conflictos del TIPNIS.
1. La depredación ecológica: TIPNIS
Nuestra contribución al debate y al proceso de concientización sobre los problemas ambientales y ecológicos a nivel local y global se dio y llegó a muchas personas a través de la Campaña de lectura y escritura ecológica y de los materiales como el texto: “Pachacidio” (Ecocidio), y otros materiales (DVD ecomusical y afiches ecopedagógicos), llegaron a muchas personas. Lo más satisfactorio fue enterarnos de que algunos (as) educadores (as) de diferentes áreas y niveles emplean los mismos en su práctica educativa y de esa forma también llega a los corazones de niñas y niños. Este proceso de autogestión y Ecoeducación, tal vez, sea poco frente a la propaganda oficial en términos cuantitativos; sin embargo, en términos cualitativos, es inmenso.
Fui testigo de las medidas del Estado y del gobierno en la intervención de la VIII y IX Marcha del TIPNIS; de igual forma, de las medidas impopulares como el “gasolinazo”, y la persecución de dirigentes indígenas de tierras bajas y activistas ambientalistas y ecologistas. Se constató una vez más que el estado, los gobiernos en el ejercicio del poder con sus aparatos represivos y jurídicos cometen impunemente acciones infames.
El usufructo de la naturaleza, tanto del sistema capitalista y socialista (“socialismo real”), tiene un denominador común: el extractivismo y la depredación ecológica. Después del impacto de la VIII Marcha del TIPNIS, sobrevino la patraña legal de las Leyes: 180 y 222. La primera Ley sirvió para desmovilizar la VIII Marcha, en la misma se establece que la carretera no pasará por el TIPNIS y la segunda, abrió la consulta para la construcción de la Carretera. Se cumple lo que el presidente emplazó: “Esa carretera se hace sí o sí”.
Frente al engaño gubernamental, los Indígenas de Tierras Bajas organizaron la IX Marcha. Desde la perspectiva ecológica se advirtió a la sociedad en su conjunto sobre el impacto ambiental. Estos argumentos están demostrados en documentos de consultorías que el propio gobierno encargó, y de las instituciones que trabajan en la problemática de los recursos naturales y la ecología; son trabajos de investigación situada.
La ampliación de la frontera agrícola es otro interés decisivo para insistir obstinadamente en la construcción de la carretera por el TIPNIS. Los cocaleros piden 20.000 hectáreas, según registra la prensa nacional. La Ley 1008 establece 12.000 hectáreas. La expansión de las plantaciones de coca en los hechos y la justificación oficial de un requerimiento mayor no tiene respaldo social ni académico. A lo anterior se suma la preparación de futuras leyes en la Asamblea Legislativa que respalden la mayor demanda. Este interés tiene un solo nombre: “cocacolonización”.
Se pretendió desactivar La IX Marcha del TIPNIS por todos los medios. Lo más grave fue la persecución a los dirigentes Indígenas de Tierras Bajas. Los y las activistas feministas y anarquistas que apoyaron la VIII y la IX Marcha Indígena del TIPNIS corrieron la misma suerte. Por estas razones y otras, la IX marcha tal vez no tuvo el mismo impacto que la anterior. Las consecuencias no se quedaron ahí, la ofensiva avasalladora anti-ecológica y política llegó a su cúspide: La CIDOB y CONAMAQ están divididas y tienen direcciones paralelas, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos fue intervenida, y la COB cooptada por el gobierno. Si la COB en septiembre de 2011 dictó un paro a nivel nacional en respaldo a la VIII Marcha del TIPNIS, en la actualidad los movimientos sociales están “descabezados”.
2. Crítica a los textos de García y Prada
Después del conflicto del TIPNIS, que no está resuelto, aparecieron en los dos últimos años, entre otros, dos libros, con diferentes objetivos: “Geopolítica de la Amazonía. Poder hacendal-patrimonial y acumulación capitalista” de Álvaro García Linera (2012) y “Crítica a la geopolítica extractivista” de Raúl Prada Alcoreza (2013). Los mismos son analizamos a continuación:
2.1. Geopolítica de la Amazonía (Siete ideas claves refutadas)
“Geopolítica de la Amazonía” de Álvaro García, se sistematiza en esta reflexión, en siete ideas clave para impugnar, esclarecer y desentrañar la ofensiva oficial que se tejió en torno a la intención de desactivar el apoyo de la población boliviana a la noble causa del TIPNIS.
1.- “¿Estamos los bolivianos teniendo problemas con la protección de la Madre Tierra? Es probable.” (p. 67).
La anterior respuesta a la pregunta es de probabilidad. La contingencia no es sinónimo de certeza. Desde cualquier perspectiva que se analice, los problemas ambientales y los daños ecológicos que se cometen a nivel local y global no son una “•probabilidad”, son atrozmente evidentes.
Veamos las puntualizaciones de algunos informes: “Setenta mil kilómetros cuadrados de selva amazónica han desaparecido desde que Lula es presidente del Brasil… Cada minuto se talan en el amazonas el equivalente a ocho campos de fútbol…”.1 La Amazonía es la mayor reserva de biodiversidad que todavía existe en el mundo y nuestro país comparte, con otros países latinoamericanos, este hermoso y codiciado territorio. ¿Qué está ocurriendo en la selva? “Por año, la deforestación afecta a cerca de 200 mil ha en el país… En diez años, Bolivia perdió 1.8 millones de hectáreas de bosque, la mayor parte en la Chiquitanía y el Chaco…”.2 Pese a la legislación nacional e internacional que establece la protección a la naturaleza: “Once de las 22 Áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas están afectadas por la nueva frontera hidrocarburífera y siete de ellas, entre las que figura el TIPNIS enfrentan un alto nivel de afectación ya que más del 30% de toda su superficie ha sido definida como área petrolera”.3 En el campo de la minería: “Huanuni. La contaminación provoca desastre. Del total 438.000 toneladas de estaño generadas al año, alrededor de 900 toneladas se constituye en desechos y colas de mineral que son echadas a la cuenca… El gobierno debería declarar Desastre ambiental para que se tomen acciones inmediatas”.4
Los problemas de daño al ambiente son alarmantes en nuestro país. Por lo tanto, a pesar de las leyes, no se está protegiendo a la Madre Tierra. Suponer y no estar informado sobre esta situación es otro ejemplo de “negligencia ecológica”, más aún si se está gobernando un país.
2.- La marcha del TIPNIS sería la contrarrevolución (p.14).
¿En nombre de la revolución y la contrarrevolución cuantos crímenes se han cometido en el mundo y en nuestro país? La noble causa del TIPNIS fue ampliamente respaldada por el pueblo boliviano. La VIII Marcha del TIPNIS fue recibida en la ciudad de La Paz de forma apoteósica como señalan algunos activistas sociales. Pese a la manipulación, el asedio político y la división de las organizaciones con el apoyo gubernamental plasmada en la creación de organizaciones paralelas como la CIDOB, la IX Marcha del TIPNIS llegó a la ciudad de La Paz. Lejos de encontrar salidas democráticas, el gobierno ratificó la Ley 222 e inició la consulta posterior y no previa. Sin embargo, la multitud, los niños y niñas, la juventud que se une con los Indígenas de Tierras Bajas son considerados “contrarrevolucionarios”. Es decir ¿La población que se solidariza es “contrarrevolucionaria”? ¿O acaso esto es un adjetivo más para descalificar a los disidentes y/o librepensantes? Lo revolucionario se lo gana en la lucha en la cotidianidad y en el servicio a los más necesitados.
3. “IIRSA: la farsa cantinflesca” (p.58).
El autor del libro en cuestión afirma rotundamente: “La ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos no está en el Plan IIRSA” (p. 64). Veamos los contraargumentos de Pablo Villegas que esgrime en su libro: “Geopolítica de las carreteras y el saqueo de los Recursos Naturales” (2013). En el mismo, se demuestra que la carretera del TIPNIS es parte de IIRSA:
“Esta carretera es nada menos que parte de la Red Vial Fundamental (RVF)… si la RVF es parte de IIRSA, entonces las partes de la RVF son también las partes de la IIRSA… Brasil impulsa este proyecto por su cuenta, con su dinero y sus empresas… Lo mismo ocurre con la carretera del TIPNIS y con los principales proyectos de carreteras en Bolivia donde el crédito del Brasil y sus empresas son decisivos”.5
Las carreteras obedecen a proyectos y a modelos de desarrollo en los que intervienen organismos internacionales con sus intereses transnacionales; los mismos las impulsan y las financian. Los objetivos estratégicos de estos consorcios son el extractivismo neoliberal y capitalista, sin tomar en cuenta para nada los daños ecológicos y la devastación ambiental. Priman en esa lógica la ganancia, el lucro y el despojo. Es decir, una carretera responde a un complejo de relaciones de infraestructura y a un modelo de desarrollo impuesto que se articula con el ejercicio del poder.
Villegas subraya:
“Recordemos que Brasil a través de la IIRSA, tendrá cinco puntos de ingreso a Bolivia: Cobija y Guayaremerin (Corredor Norte), Puerto Suárez y san Matías (Transoceánico) y Puerto Ustares, que es el ingreso al TIPNIS… por la carretera del Tipnis la distancia es menor pero hay otra ventaja; en su recorrido hasta Oruro…”.6
No sólo están los intereses económicos de Brasil, también están los de Chile, específicamente, los intereses de los soyeros, el agronegocio (transgénicos), entre otros, además el comercio de ida y de vuelta que proyectaron a través de la carretera por el TIPNIS. Negar, y en el peor de los casos, recurrir a la mentira obedece al objetivo de persuasión ideológica. Como expresó categóricamente Byron: “Después de todo, ¿qué es una mentira? No es sino la verdad bajo una máscara”.
Sobre Cantinflas: habría que recordar que este actor hizo por la justicia social y la paz mundial más que mil políticos juntos. En una de sus películas difunde un mensaje para el mundo, es la idea de Jesús con valor humano agregado: “Amaos los unos a los otros” y no “Armaos los unos contra los otros”.
4. Coca y narcotráfico. “Argumentan que con ella invadirán el Parque campesinos que ‘arrasarán el bosque con coca para el narcotráfico’… La carretera no va ser la punta de lanza de ninguna supuesta ‘invasión cocalera’ ”. (p.70-73).
Existe en el mundo de hoy mayor demanda de cocaína. La ley de la oferta y la demanda en los procesos de producción, comercialización y consumo de la hoja de la coca traen como consecuencia que la demanda de cocaína requiera la ampliación de la frontera agrícola para los cultivos de coca. Los territorios deben sufrir la devastación de los bosques y la conversión de regiones frutícolas y/o de café en cocales. Como ejemplo tenemos varias localidades en los Yungas, el Chapare y el TIPNIS.
Se cuentan, actualmente con algunos datos para el análisis crítico: Según el PNUD existe en Bolivia 28.900 hectáreas de cultivo de coca7. Según la Ley 1008 las hectáreas permitidas son 12.000. Según el CELIM (Centro Latinoamericano de Investigación Científica. 2001). 9.087 toneladas métricas son más que suficientes para cubrir el consumo legal.8 Los datos son insuficientes, dispersos y no actualizados. Se debería hacer una “línea de base” para contar con un conjunto de indicadores más objetivos.
La investigación: “Impacto ambiental y sostenibilidad de la producción de coca y cocaína en la región del Chapare” de Nelson T. Manzano, explica el daño ecológico, en estos términos:
“El cultivo de coca en el Chapare además de la deforestación y la pérdida de suelos está directamente relacionado con la producción de cocaína… Por ello, un tercer impacto que produce el cultivo de coca y sus sistemas productivos asociados en esta región es la contaminación del suelo y recursos hídricos por vertido de productos químicos…”.9
Otro estudio revela la expansión de la frontera cocalera. Lo más paradójico es que el autor de: “Geopolítica de la Amazonía” se desdice de sus propios argumentos. La evidencia está en un anterior trabajo: “No somos juguete de nadie…”. Análisis de la relación de movimientos sociales, recursos naturales, Estado y descentralización, de los investigadores: Shirley Orosco Ramírez, Álvaro García Linera y Pablo Stefanoni. En ese tiempo sistematizaban y sustentaban la problemática ambiental del TIPNIS:
“Con todo, está claro que por la nueva estructura propietaria de la economía ‘moderna’ y su propia orientación extractiva de recursos naturales, las inversiones extranjeras son y seguirán siendo sujetos de tensiones y confrontaciones con otros actores sociales locales en la disputa por el uso y gestión de recursos naturales… En el caso de los campesinos e indígenas del trópico (Parque Isiboro-Sécure), el desplazamiento territorial de los ‘colonizadores’ o la defensa territorial, del lado de los indígenas de tierras bajas, viene de la mano de fuertes estructuras organizativas y de movilización… Los colonizadores no reconocen la protección legal de las áreas protegidas como argumento para abandonar sus asentamientos, señalan que su permanencia es legítima y que los reglamentos sobre áreas protegidas son manipulados por intereses foráneos vinculados a la destrucción de coca… Los indígenas acusan corrientemente a los colonizadores de ‘destruir el monte’ para extender sus cultivos de coca… Para unos camino es ‘desarrollo’ departamental y para otros, principalmente los dirigentes indígenas, el camino es destrucción cultural y ambiental”.10
Estos son algunos hechos, datos y argumentos de una realidad que no se puede tapar, como el sol con un dedo. Más allá del “Regimiento ecológico”, de los guardias y el garrote ecológico ¿Cuál es la explicación de la metamorfosis: de los críticos investigadores sobre los recursos naturales a la ofensiva extractivista?
5. Capitalismo y Socialismo. “…el debate central para la transformación revolucionaria de la sociedad no es si somos o no extractivistas, sino en qué medida vamos superando el capitalismo como modo de producción…” (p.103).
Como manifestantes de este período histórico, los ciudadanos se preguntan: ¿Cuál Democracia? ¿Cuál Socialismo? ¿Cuál Comunitarismo? ¿Cuál Madre Tierra? El usufructo de la naturaleza por el sistema capitalista y el “socialismo real” fue y es devastador. Como ejemplos virulentos están los casos de Chernobil y Fukushima. Entonces, plantear superar el capitalismo sin importar si somos o no extractivistas, es demostrar una vez más la racionalidad desarrollista, extractivista y antiecológica. Se dice que como gobierno se está “generando riqueza” ¿A costa de hacer desparecer lagos como el “Poopó” por una minería que no tiene regulación ambiental efectiva por parte del Estado? Y así podemos citar muchos ejemplos de cómo están depredando el territorio de nuestro país. No es una suposición, es una lamentable realidad.
Un compañero problematiza en una consulta: ¿Qué significa que “vamos superando el capitalismo”? ¿Que el capitalismo está dejando de ser? ¿Que el capitalismo es menos cada día en Bolivia? ¿Esto es otro cuento? ¡Esto hay que demostrar! Complementando: lo que sí es cierto y no necesita mayor especulación, es que la producción de coca se desenvuelve en la lógica del sistema y el mercado capitalista.
Por otra parte, otros intelectuales piensan que como varita mágica el socialismo resolverá los problemas ecológicos. Y asocian mecánicamente: “socialismo con ecología”. Una práctica desarrollista, y un discurso pachamamista no es una coherente composición. Es ante todo un sofisma político-medioambientalista. Se puede entender un discurso y una práctica neoliberal; sin embargo, es incomprensible un discurso socialista cuando su base y su razón son extractivistas y procapitalistas. Entonces ¿Cuál es la diferencia entre un error y un sofisma? Según Bentham: “Error designa simplemente una opinión falsa; sofisma designa también una opinión falsa, pero de la que se hace un medio para un fin”.
Acerca del socialismo: ¿a qué socialismo nos referimos? El socialismo se tiene que resignificar en un contexto histórico-cultural determinado. No se puede olvidar la historia de los países de Europa del Este y de la ex URSS. El “socialismo real” terminó con la utopía, por su carácter totalitario y burocrático. Erick Fromm expresa esta etapa con mucha claridad: “El stalinismo es la realización del socialismo sin objetivos humanos”. Por todo lo anterior, no es suficiente suponer que vamos superando el capitalismo y menos creer que el socialismo como dictadura es una solución a los problemas de la humanidad. A estas alturas de la historia se requiere repensar el socialismo que supere todos los fracasos del mismo, como experiencia en el mundo, en un horizonte plural y democrático que respete los derechos humanos y sea una esperanza de vida.
6. “…ahora la toma del poder estatal por los movimientos sociales es una toma sindical del poder del Estado” (p. 9).
Sería muy importante que los movimientos sociales realmente tomen el poder del Estado y no un pequeño grupo a nombre de ellos. Se supone que el socialismo de nuevo tipo tiene que ser más democrático, más humanista, que respete los derechos humanos y la libertad de expresión; respete la crítica y la autocrítica. Pero la realidad es otra. Si no respetan a la humanidad y sus valores, es decir a los otros (otredad), y acaben viendo fantasmas y enemigos en los disidentes, en los librepensantes, en los sentipensantes y otros sujetos renovadores y críticos, no sufrirían tanto delirio de persecución y de desplazamiento. No tendrían miedo de que otros y otras les hagan sombra.
Son principios y pilares del sindicalismo: la lucha consecuente, la democracia, la independencia política, la solidaridad, el autosostenimiento y la autogestión, entre otros. Tal como están nuestras organizaciones sindicales en la coyuntura actual: divididas, con direcciones paralelas, cooptadas y subordinadas, cabe preguntarse: ¿Es una toma sindical del poder del Estado? o ¿Es una toma de los sindicatos por parte del gobierno?
Más allá de los epítetos que se vierten, en el libro cuestionado, en contra de los ecologistas, ambientalistas y los que tienen el valor de expresarse y tomar la palabra y no solo tomar asiento, se debería escuchar la protesta de la juventud rebelde que se cuestiona sobre el futuro del país y valdría la pena retomar el “Debate Nacional” para discutir sobre los modelos de desarrollo relacionados con las políticas ambientales y ecológicas, destacando la legislación nacional e internacional existente y los modos de gestión, avizorando el futuro que les depara a las nuevas generaciones. Afirmamos con los movimientos sociales, ecologistas, ambientalistas y activistas: ¡El ECODESARROLLO es posible!
7. “Hemos derrotado el secular analfabetismo el año 2008”. (p. 111)
La alfabetización no solo es la capacidad de rubricar. La alfabetización no debería concebirse exclusivamente desde el ángulo de la política, donde se manipula números y cifras. La alfabetización debería pensarse desde el horizonte pedagógico. Es decir ¿Cómo aprende el que aprende? ¿Se lee y se comprende? ¿Cómo alfabetiza el que alfabetiza? ¿Se mejoraron las condiciones de vida con la alfabetización? Como expresa un alfabetizado: “Yo era un pobre miserable que no sabía ni firmar; pero gracias a la campaña de alfabetización ahora soy un pobre miserable no más”. “La derrota del analfabetismo” solo es propaganda política. La alfabetización no significa solo decodificar la grafía. La alfabetización es un proceso cultural-cognitivo complejo. ¿De qué sirve declarar “territorio libre de analfabetismo” si se presentan otros analfabetismos en la vida cotidiana? Se debería empezar a remediar esta situación desde las políticas públicas en la sociedad. El analfabetismo “ecológico” y el “histórico” son, entre otros, ejemplos para ver que se actúa sin coherencia entre lo que se dice, se escribe y lo que se hace.
2.2. Crítica a la geopolítica extractivista (Dos desafíos)
El texto de Prada, en general, hace un cuestionamiento al objetivo implícito del libro de García, el cual obedecería a la propaganda gubernamental. Sobre la categoría de “subsunción capitalista” de la economía indígena amazónica, sería una perogrullada y el uso ideológico de la misma, serviría para estigmatizar a los indígenas que resisten al extractivismo. Por otra parte, se señala que la crisis ecológica del capitalismo es una realidad y no un cuento de los ambientalistas. También se estaría haciendo un esfuerzo por ocultar la economía política de la cocaína. Además, Prada explica el modelo extractivista y la resistencia de los pueblos y las comunidades como el TIPNIS. Cuestiona severamente la política extractivista del gobierno y su entrega a las transnacionales de los recursos naturales como los hidrocarburos, la nacionalización parcial de los mismos y denuncia su visión como “demagogia industrialista” y sus alianzas efectivas con la burguesía boliviana, la banca, los agroindustriales, etc. Analiza también el comportamiento y la psicología de los gobernantes y sus seguidores como aduladores del cambio burocrático. En fin, sería una línea pragmática, neo-extractivista y pachamamista.
Del texto de Prada: “Crítica a la geopolítica extractivista”, hay que retomar significativamente dos núcleos problemáticos que no se deberían desconocer, según el propio autor. Estos son: La escuela de Frankfurt y el Ecosocialismo.
2.2.1. La escuela de Frankfurt
1. La Escuela de Frankfurt.11 El fundador de esta Escuela fue Max Horkheimer (1895-1973), el cofundador Theodor W. Adorno (1903-1969), acompañaron Herbert Marcuse (1898-1979), Walter Benjamin (1892- 1940), Erich Fromm (1900-1980), Jürgen Habermas (1929-) y otros. Según esta Escuela, “…el capitalismo no solamente se explica por la explotación de la fuerza de trabajo sino también por la dominación de la naturaleza”.12 Se conoce también a la Escuela de Frankfurt como La Escuela o la Teoría Crítica de la sociedad y también como neomarxismo crítico.13 Esta corriente cuestiona al capitalismo y al socialismo real y plantea salidas emancipadoras. Los autores anteriormente nombrados tienen coincidencias y diferentes sentidos aunque hay algo común que les une: la liberación.
-En la “Dialéctica del Iluminismo”, Max Horkheimer y Theodor W. Adorno aportan con fundamentos e ideas trascendentales para desentrañar la esencia del capitalismo: El ser humano como individuo se ve reducido a las potencias económicas y al dominio de la sociedad sobre la naturaleza. El iluminismo –explican–, en el sentido más amplio de pensamiento, ha perseguido siempre el objetivo de quitar el miedo a los hombres y de convertirlos en amos. Según Horkheimer y Adorno el iluminismo es totalitario. Asimismo, analizan la “dominación” como categoría en diferentes dimensiones, concerniente a la naturaleza y a la dominación y domesticación de la mujer: “La burguesía ha confiscado a la mujer la virtud y la moralidad, como reacciones superficiales de la revolución matriarcal”.14
En el acápite sobre “La rebelión de la naturaleza” (Crítica de la razón instrumental) Horkheimer desarrolla una idea central: “El yo domina la naturaleza”. Subraya la incapacidad de la razón para determinar metas supremas de la vida. Y como examen de la situación, señala que el dominio sobre la naturaleza incluye el dominio sobre los hombres. Y todo sujeto debe tomar parte en el sojuzgamiento de la naturaleza externa, igualmente, debe subyugar a la naturaleza dentro de sí mismo. El dominio –continua Horkheimer– se internaliza por amor al dominio. Luego complementa señalando que la naturaleza es concebida hoy día más que nunca como mera herramienta del hombre. La naturaleza es objeto de una explotación total, que no conoce límites. La razón humana es interpelada por este pensador: como parte de la naturaleza, la razón se muestra al mismo tiempo antagónica a la misma. Se halla –dice– como una competidora y enemiga de toda forma de vida que no sea la suya propia. Expresamente plantea la reconciliación con la naturaleza. Y destaca que el único modo de socorrer a la naturaleza consiste en liberar de sus cadenas a su aparente adversario, que es el pensar independiente. (Independiente de la naturaleza). En la crítica al positivismo y al neotomismo, argumenta que ambos reemplazan a la razón autónoma, el primero mediante el automatismo a través de una metodología ultramoderna; y el segundo, mediante la autoridad de un dogma. También expone las formas de la cosificación de la sociedad industrial.15
En el libro: “Anhelo de justicia. Teoría crítica y religión”, Horkheimer efectúa un desafío profundo para la dialéctica y el pensamiento crítico: “La dialéctica no es para nosotros un juego de cuyo final estuviéramos seguros. La dialéctica es algo serio. Si la contradicción no es reconciliada, sabemos que todo esfuerzo del pensamiento habrá sido inútil”16
-Herbert Marcuse. Se piensa que Marcuse tuvo una fuerte influencia teórica para la insurrección de Mayo francés de 1968. Es apreciado como el líder espiritual de los estudiantes universitarios que iniciaron la rebelión en Francia. Este pensador cuestionó la sociedad industrial, la sociedad opulenta, la sociedad carnívora. Analiza y explica cómo la sociedad industrial termina idiotizando, deshumanizando y manipulando al hombre. En el libro “El hombre unidimensional” (1964), tomó un posicionamiento en contra de la Guerra de Vietnam, cuestionó la democracia representativa como consolidación de la dominación, la destrucción del hombre y de la naturaleza y el hábitat. Por otra parte, reveló la racionalidad tecnológica y la lógica de la dominación: “La fuerza liberadora de la tecnología –la instrumentalización de la cosas– se convierte en un encadenamiento de la liberación; la instrumentalización del hombre”.17
En el libro: “El marxismo Soviético” formula la hipótesis del debilitamiento del potencial revolucionario tanto en las sociedades industriales avanzadas de occidente, como consecuencia del capitalismo organizado y del totalitarismo en la sociedad soviética.18
-Jürgen Habermas. Este pensador hace una crítica de la ideología, la política y de la sociedad. Plantea el razonamiento dialéctico y hermenéutico como alternativa al positivismo. Como señala Guillermo Hoyos, para Habermas “El positivismo es la negación de la reflexión”.19
Michael Löwy recupera algunas ideas del pensamiento de Walter Benjamin: “La revolución es como el freno de emergencia. Actualidad político-ecológica”. La idea central que Löwy rescata de Benjamin es la crítica que se hace de la dominación y la explotación de la naturaleza que perpetra la humanidad. Asimismo, la nueva definición de la técnica es el control de las relaciones entre la naturaleza y la humanidad. De otra forma, es la amenaza del progreso. Acerca de la alternativa, Benjamin coteja: “Marx dijo que las revoluciones son la locomotora de la historia mundial. Tal vez las cosas se presenten de otra manera. Puede ocurrir que las revoluciones sean el acto por el cual la humanidad que viaja en el tren tira del freno de emergencia”.20
En resumen, la Escuela de Frankfurt critica la dominación del capitalismo y el sojuzgamiento que hacen el sistema y la humanidad sobre la naturaleza. En otras palabras, el capitalismo se caracteriza por la dominación de la naturaleza y de los seres humanos. Frente a esta problemática la razón es incapaz de establecer metas supremas de la vida. También cuestiona al iluminismo, al positivismo, al neotomismo y al industrialismo; además de revelar los procesos de “cosificación” en la sociedad. Reprochó a las sociedades industriales avanzadas como el capitalismo y el totalitarismo soviético por el debilitamiento que ejercen en contra del potencial revolucionario. Sugiere la reconciliación con la naturaleza y poner freno de emergencia a la depredación capitalista y del “socialismo real”. Además propone un nuevo horizonte y desafío para la dialéctica.
2.2.2. La crítica a la “Teoría Crítica”
“La razón crítica se ha vuelto insegura de sí misma”. Con la anterior afirmación, Hans Heinz, pone en tela de juicio la axiomática teoría. Se comparte la idea como punta de lanza, si se tiene el propósito y la seriedad de fundamentar la pedagogía y la psicología en las ciencias. El “talón de Aquiles” de la “Teoría Crítica”, en el campo de la psicología, es el haberse apoyado en el psicoanálisis casi para todo su razonamiento hipotético. Si la Escuela de Frankfurt se considera como social y neomarxista ¿Cómo pudo apoyarse en una perspectiva psicológica naturalista, biologicista y pansexsualista?21 Vigotsky, psicólogo histórico-cultural, criticó severamente al psicoanálisis.22 La crítica de Vigotsky al psicoanálisis tiene un fundamento esencial: si el marxismo es una corriente de pensamiento histórico-social ¿cómo puede este fundarse en una “psicología profunda”? Según Vigotsky, el psicoanálisis explica lo psíquico desde lo psíquico. Por ello, la denominó como “ultra naturalista”: el hombre como esclavo de su primera infancia, reducida y condenada al pasado sin orientación al futuro. Los exponentes de la Escuela de Frankfurt y otros de tendencia progresista, lejos de desarrollar una psicología dialéctica y marxista, se subordinaron al psicoanálisis de Freud y se conformaron con el eclecticismo. Vigotsky propugnó una psicología marxista de cumbres, es decir, una psicología científica. La crítica a la “Teoría Crítica” es un reto que no se puede eludir desde la perspectiva social, pedagógica y psicológica.
La sexualidad es inherente a la persona y es un factor del desarrollo humano, pero no lo es todo. Sin embargo, la historia de la sexualidad ha puesto de manifiesto que “el sexo fue imaginado como pecado y tabú en las instituciones del Estado, la Iglesia, la escuela y otras. Consecuencia de lo anterior, se tiene una sociedad reprimida sexualmente y usufructuada comercialmente. En esa perspectiva, la sexualidad es una realidad que no se puede excluir porque es parte de la vida. El problema es que se debe comprender la sexualidad desde diferentes dimensiones y campos, por tanto, las categorías de análisis, como ser: “el deseo”, “las pulsiones”, el “inconsciente”, la “represión sexual”, “la sociedad represora”, etc., más que especularse tienen que estudiarse científicamente y no caer en contrasentidos.
He aquí, un caso que demuestra la contradicción de la corriente ecléctica “freud-marxista”, en la siguiente cita:
“Resumiendo podemos concluir en que la aplicación consciente o inconsciente del materialismo dialéctico al dominio de la psicología nos ofrece los resultados del psicoanálisis clínico, que la aplicación de estos resultados en sociología y en política lleva a una psicología social marxista, mientras que la aplicación del método psicoanalítico a los problemas de la sociología y de la política desemboca necesariamente en una sociología metafísica, psicologizante y además reaccionaria”.23
Desde el campo de la educación algunos pensadores que se autodenominan pertenecer a la “pedagogía radical” como Henry A. Giroux, recomienda la psicología profunda: “La noción de psicología profunda de la Escuela de Frankfort, en especial tal como se presenta en la obra de Marcuse, abre nuevos espacios para desarrollar una pedagogía crítica”. (sic.).24 Por lo mismo, se debe recordar que el préstamo y la transposición de conceptos de otras disciplinas y sus jergas a la educación, se debe a la incipiente investigación científica en la pedagogía. Por consiguiente, sugerir el psicoanálisis como fundamento de la educación es desacertado. Primero, porque el psicoanálisis freudiano cree los procesos psíquicos no son históricos.25 Segundo, porque los representantes de la Escuela Crítica tienen distintas interpretaciones sobre el mismo psicoanálisis. Tercero, porque el eclecticismo no garantiza la lógica y la coherencia interna, una de las características fundamentales de la ciencia.
Sintetizando, el psicoanálisis y sus seguidores consideran que el hombre actúa en medio de fuerzas externas e internas (pulsiones). Lo anterior es innegable. Sin embargo, no todo comportamiento obedece a motivaciones sexuales. El ser humano debe ser comprendido en un nivel complejo: histórico-social y no solo en un nivel orgánico-biológico. La pedagogía y la psicología son histórico-culturales, fundamentarlas desde el psicoanálisis obedece a una concepción ahistórica y reduccionista. La sexualidad humana debe abordarse desde las ciencias de la complejidad y desarrollar y explicitar categorías nuevas como el “inconsciente” y otras desde una visión transdisciplinaria y científica y no especulativa. El eclecticismo tampoco es recomendable, porque se mueve en un terreno deleznable, contrapuesto de incompatibilidad teórica.
2.2.3. El Marxismo y el Ecosocialismo
El conflicto del TIPNIS, como un movimiento grandioso en nuestro país, ha movido las estructuras del poder y también las estructuras de pensamiento. Fue un movimiento ecológico-social histórico. ¿Cómo podemos explicar que un gobierno indígena que enarbola el socialismo y la Madre Tierra se someta a las políticas internacionales del extractivismo?
El análisis no se dejó esperar: artículos, revistas, libros y otros, se publicaron sobre este tema tan esencial para la existencia y supervivencia de la humanidad: La interrelación ser humano y naturaleza, comunidad-naturaleza. Los ecologistas, ambientalistas, marxistas, comunistas, socialistas, anarquistas y librepensadores han vertido sus opiniones sobre este tema central: Naturaleza-Humanidad. Los gobernantes no deberían estremecerse de ello, sino aplaudir e incentivar la escritura ecosocial. ¿Acaso nuestro país no está en tiempos de cambio?
Algunos marxistas de forma entusiasta se plantearon el tema de la ecología. En su arsenal teórico trataron de encontrar lo que dijo Marx acerca de la naturaleza. ¿Marx analizó este problema? como no podía haberlo hecho si su trabajo del “Capital” fue un estudio acerca del capitalismo durante ese tiempo. Sin embargo, en la tesis doctoral de Alfred Schmidt, hecho libro: “El concepto de naturaleza en Marx”, afirma categóricamente: “En Marx no hay una teoría sistemática que esté consciente de todas las implicaciones especulativas”.26 Es más, Schmidt escribe que su trabajo es una contribución a la interpretación filosófica de Marx: “Su interés se centra sobre un concepto que en el pensamiento marxista parece tener una significación meramente periférica: el concepto de la naturaleza”.27
Periférico o no ¿Qué escribió Marx sobre este problema? En sus “Manuscritos” (1844), apunta: “El trabajador no puede crear nada sin la naturaleza, sin el mundo exterior sensible”.28 También registra:
“La universalidad del hombre aparece en la práctica justamente en la universalidad que hace de la naturaleza toda su cuerpo inorgánico, tanto por ser (1) un medio de subsistencia inmediato, como por ser (2) la materia, el objeto y el instrumento de su actividad vital. …el hombre es una parte de la naturaleza. Como quiera que el trabajo enajenado (1) convierte a la naturaleza en algo ajeno al hombre, (2) lo hace ajeno de sí mismo, de su propia función activa, de su actividad vital…”.29
Otra idea fundamental es lo que señala sobre la historia y el hombre: “La historia es la verdadera Historia Natural del hombre…”.30 Es verdad que toda la obra de Marx no fue traducida al español, por ello recurrimos a otras fuentes para hacer una configuración esencial y una valoración más ecuánime. Al respecto, otra fuente indica esta observación de Marx: “Los proyectos del hombre, que no toman en cuenta las grande leyes de la naturaleza, acarrearán sólo calamidades”.31
Tangencialmente o no, Marx trató el problema de la naturaleza. Tomando en cuenta los anteriores pensamientos podemos colegir que son ideas importantes para una nueva fundamentación filosófica-ecológica. Lo que no compartimos son algunas comparaciones atiborradas de algunos burócratas y funcionarios públicos que reflejan el pensamiento oficial, aseverando que “Marx es Pachamamista”. Si fue o no, dos pensamientos para confrontar: “Marx celebra el ‘gran rol civilizador’ del capitalismo en oposición a la ‘idolatría de la naturaleza’ de las sociedades precapitalistas”.32 De igual forma, está la observación de un prosista que descubre en el “Manifiesto Comunista” la jerarquización de “países civilizados” y “países bárbaros”.33 Lo más censurable es que los autodenominados “marxistas de cepa” en el ejercicio del poder, no tomen en cuenta precisamente las ideas de Marx respecto a la naturaleza.
Con relación al Ecosocialismo, un aspecto debe reprocharse a Raúl Prada. En su texto: “Crítica a la geopolítica extractivista”, apunta: “Desconocer las versiones del eco-socialismo o de del socialismo verde, es parte de un anacronismo dramático…”.34 En la nota a pie de página complementa el nombre del autor del libro: “Ecosocialismo” que corresponde a Michael Löwy, él mismo rinde pleitesía a Evo Morales por lo menos en dos pasajes del mencionado texto. Si los ecosocialistas indagaran la coherencia del discurso, la práctica y el ejercicio del poder en el caso del TIPNIS y otros conflictos político-ecológicos similares en América Latina, otra sería su lectura, más situada que externa. Y Prada no puede sugerir algo que él mismo cuestiona y critica. Valga como corolario, con Edgar Faure: “No es suficiente combatir la ignorancia de los ignorantes. Es preciso también, y en primer lugar, combatir la ignorancia de los que saben muchas cosas, incluso de lo que creen saberlo todo…”.
La alternativa ecosocialista no puede ser alternativa porque sí. El “socialismo real” no es un ejemplo a seguir por los daños ambientales irreparables que se cometieron en nuestro planeta. Pueden compartirse varios postulados del ecosocialismo, sin embargo, es fundamental construir o “deconstruir” nuevas concepciones que signifiquen: una nueva razón, que implica: filosofía, ontología, epistemología, política, ética y práctica con relación a la ecología y fundamentalmente coherencia entre el discurso, la acción y el ejercicio del poder. Debe iniciarse la integración del pensamiento, el conocimiento y la sabiduría para comprender y actuar referente a la interrelación: Naturaleza-Humanidad, es urgente y necesario. (4-3-14)
* Rolando Barral Zegarra, es Investigador y Docente Universitario UMSA.
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Notas.
1 Instituto Carnegie y la universidad de Stanford. USA. Ciado por Portocarrero, Gustavo. Manual de Ecología Política. STIGMA, Paz, 2010. El resaltado es nuestro.
2 Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) “La Razón” Deforestación. La Paz, 25-11-2012
3 Jiménez, Georgina. Territorios indígenas y áreas protegidas en la mira. En: PETROPRESS. Nº 31 Marzo- Junio 2013. Cochabamba.
4 Energy Press. Energía y Negocios. Impacto minero. La contaminación invade Huanuni. Año 12, del 24 al 30 de diciembre de 2012.
5 Villegas, Pablo. Geopolítica de las carreteras y el saqueo de los Recursos Naturales. Centro de documentación e Información Bolivia (CEDIB), Cochabamba, 2013, pp.15-16.
6 Ibíd. pp. 260-262
7 PNUD Informe temático sobre Desarrollo Humano. La otra frontera. Usos alternativos de recursos naturales en Bolivia. La Paz, 2008, p.305.
8 Alcaráz, Franklin. Coca, cifras y política. Pulso Nº 181, 24 al 30 de enero 2003, La Paz.
9 Manzano, Nelson. Impacto ambiental y sostenibilidad de la producción de coca y cocaína en la región del Chapare. UMSS, Cochabamba, 2007, p. 98.
10 Orosco Ramírez, Shirley; García Linera, Álvaro; Stefanoni, Pablo. “No somos juguete de nadie…” Análisis de la relación de movimientos sociales, recursos naturales, Estado y descentralización COSUDE, Plural editores, La Paz, 2006, pp. 22-109.
11 En el libro “Pacahacidio” (2011), nuestra exposición acerca de la Escuela de Frankfurt no fue lo suficientemente clara, hasta podría interpretarse como inadecuada. En toda crítica debe hacerse también la autocrítica. En ese sentido, asumimos la autocrítica y profundizamos en una lectura más cabal.
12 Prada, Raúl. Crítica a la geopolítica extractivista. Ed. Atodeterminación. La Paz, 2013. p.12
13 Véase: Assoun, Paul-Laurent. ¿Qué sé? La escuela de Francfort. Publicaciones Cruz O., S.A. México.
14 Horkheimer, Max; Adorno, Theodor W. Dialéctica del iluminismo. Ed. Hermés, México S. A. 1997, p. 292
15 Horkheimer, Max. Crítica de la razón instrumental. La plata: Terramar, 2007.
16 Horkheimer, Max. Anhelo de justicia. Teoría crítica y religión. Ed. Trota: Madrid, 2000, pp. 224-225.
17 Marcuse, Herbert. El hombre unidimensional. Ed. Seix Barral, Barcelona, 1969, p.187.
18 Marcuse, Herbert. El marxismo soviético. Ed. Alianza, Madrid, 1971.
19 Guillermo Hoyos. La epistemología de la escuela de Frankfurt. Bogotá, Abril 1983, p. 2
20 Benjamin, Walter. Citado por Löwy, Michael. Ecosocialismo. La alternativa radical a la catástrofe ecológica capitalista. Buenos Aires: el Colectivo- Herramienta, 2011, pp. 81-82
21 Pansexualismo: [Gr. Pán = todo + Lat. Sexus = sexo]. Orientación en la psicología clínica, que tiende a derivar los motivos de la conducta normal y patológica del instinto sexual. el psicoanálisis es una forma de pansexualismo. Merani, Alberto Diccionario de Psicología. Grijalbo, México.
22 Véase: Barral, Rolando. Vigotsky Polifacético. Ed. Ayni Ruway, La Paz, 2007.
23 Reich, Wilhelm; Caruso, Igor A. Psicoanálisis y sociedad: apuntes de freudo-marxismo 2. Ed. Anagrama, Barcelona, 1971, p. 27.
24 Giroux, Henry A. Pedagogía y política de la esperanza: Teoría cultura y enseñanza. Ed. Amorrortu, Buenos Aires, 2003, p. 102.
25 Véase: Marcuse, Herbert. El envejecimiento del psicoanálisis. En: Marcuse Polémico. Fromm, Erich; Miller Karl y Otros. Ed. Jorge Alvarez, Buenos Aires 1968, 2007.
26 Schmidt, Alfred. El concepto de naturaleza en Marx. Ed. siglo XXI, México, 2011, p. 13.
27 Ibíd. p.11. La cursiva es nuestra.
28 Marx. Karl. Manuscritos. Ed. Altaya, Barcelona, 1993, p.111.
29 Ibid. pp. 114-115.
30 Ibíd. pp. 200.
31 Marx; Engels. T. 31 (en ruso). Citado por Jozin, Gregori. Business contra la naturaleza. Ed. Agencia de Prensa Nóvosti. Moscú, 1984, p. 5.
32 Cfr. Bellamy Foster, John. La ecología de Marx. Citado por Löwy, Michael, ob. cit., p. 124.
33 Kohan, Néstor. Ideario socialista. Buenos Aires: Longseller, 2003, p. 50.
34 Prada, Raúl. Ob. Cit. p.13.